

En Valencia tenían un problema: su cultura e industria del “mueble tradicional” dejaba fuera al concepto de negocio de IKEA. Además, las distancias en este tipo de ciudades se perciben de otra manera. No es como en Madrid o Barcelona, que se usa el coche para todo. Aquí la gente se lo piensa dos veces a la hora de ir a los grandes almacenes. Sin embargo… ¡IKEA solo estaba a 10 minutos del centro!
De modo que necesitábamos crear una campaña exterior que no pasara desapercibida, y que rompiera con todos esos “handicap” para generar tráfico en tienda, pero, sobre todo, que demostrara que IKEA es algo más que una tienda de muebles al alcance de todo el mundo, sea de la ciudad que sea.


Gracias a McCann y a nuestros amigos de Illusorium Studios, nuestros perros verdes se encargaron de empatizar con los valencianos y valencianas, demostrando que es totalmente normal pedirle a una tienda de muebles todo lo que IKEA te da. A fin de cuentas… ¿Soy un perro verde por buscar la mejor calidad al mejor precio?
